Bienvenidos a la apacible Nepal! La verdad es que la guía de Lonely Planet nos tenia un poco asustados con lo que nos íbamos a encontrar, con frases sobre Katmandú del estilo de:
"Al tratarse de la ciudad más grande del país (1M hab. sobre un total de 28M), suele paralizarse por protestas políticas, cortes de electricidad y atascos de proporciones apocalípticas. La planificación urbanística nunca ha sido su punto fuerte. El mero hecho de que la ciudad siga avanzando es una prueba irrefutable de la paciencia y ecuanimidad de sus habitantes."
Y sin embargo, las calles las vimos limpias y en su mayoría tranquilas,
Con sus curiosos templitos de dioses extraños, como el de más abajo, que es el dios del dolor de muelas!!
"Al tratarse de la ciudad más grande del país (1M hab. sobre un total de 28M), suele paralizarse por protestas políticas, cortes de electricidad y atascos de proporciones apocalípticas. La planificación urbanística nunca ha sido su punto fuerte. El mero hecho de que la ciudad siga avanzando es una prueba irrefutable de la paciencia y ecuanimidad de sus habitantes."
Y sin embargo, las calles las vimos limpias y en su mayoría tranquilas,
Con apacibles comerciantes que esperaban a que te acercaras tú y no a la inversa (como en la india, que te agarraban para entrar),
Con sus curiosos templitos de dioses extraños, como el de más abajo, que es el dios del dolor de muelas!!
Y otros templos preciosos, en cada esquina, plaza o patio interior, donde se mezclan budistas e hinduistas a rezar.
Nos ha llamado mucho la atención en general lo abiertos y respetuosos que son en Nepal con otras creencias y religiones. Hay que tener en cuenta que, pese a ser de mayoría hinduista, Buda nació en Nepal. Además, hay una fuerte acogida a refugiados budistas tibetanos, y otros que vienen de Bután. Los templos mezclan símbolos tanto budistas como hinduistas, comparten los espacios, y rezan en los mismos sitios. Francamente, nos descubrimos la cabeza ante tan loable comportamiento!
La tradicional arquitectura Mewar es muy bonita, de ladrillo rojo, y estructura sólida, tienen un exquisito, aunque recargado, gusto por la talla de madera para pilares, ventanas, balconadas y falsas ventanas.
Ya además repuestos de nuestro percance alimenticio en la india, Nepal, y katmandú en particular, nos dio confianza en higiene y seguridad en la comida, y volvimos a comer comida de puestos de la calle. Probamos los estupendos Momos! Los cuales eran vegetarianos o (e su mayoría) de búfalo. Muy muy ricos!
Como último comentario, nos gustó mucho la cantidad de espacios abiertos (y otros cubiertos) para la gente, tanto jóvenes como mayores, que se juntaban a jugar, hablar y relacionarse.
Lo lógico sería comentar sobre la plaza Durbar de Katmandú, pero a continuación nos fuimos directamente al valle de Katmandú, con lugares mucho mejor conservados y más auténticos. así que dejamos los comentarios más históricos para comentar las otras zonas!
Al valle!
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