domingo, 26 de agosto de 2012

la belleza del valle de Katmandú

Pues creemos que esta parte ha sido de las más chulas del viaje, sino la que más...

Nos fuimos nada más llegar a Katmandú en busca de los pueblecitos con casco histórico del siglo xv casi intactos, que hay varios en el valle que rodea dicha capital. Llegamos a un pueblecito llamado Dhulikhel, desde donde se supone hay buenas vistas de los Himalayas, además de estar relativamente cerca de los bellos pueblecitos comentados.

Lamentablemente, no tuvimos mucha suerte con la vista. Como es habitual en estas fechas, las nubes del monzón no nos han dejado ver los increíbles picos que rodean el valle como si fueran una muralla exterior. Aunque la zona era bastante bonita en sí misma.


Lo que si fue una suerte fue el encontrarnos con una pareja muy maja berlinesa. Nos contaron que venían de hacer trekking de un monasterio budista en lo alto de una montaña, llamado Namo Buddha, donde se habían quedado a dormir con los budistas en el monasterio. Comían con ellos, podían asistir a las "pujas" en el templo y podían visitar todas las dependencias del lugar. Sonaba tan chulo, que allí nos fuimos de inmediato!!

Ahora bien, aunque la salud de algún familiar esté en juego del susto, la idea era ir en uno de estos buses:



Como podéis observar, los autobuses suelen ir muy muy llenos, y a falta de espacio dentro, se ocupa la parte de arriba. Tenía pinta de que iba a ser muy divertido!! Sin embargo, para tranquilidad de nuestros padres, un desconocido se ofreció a llevarnos en su coche (ya no teníamos que "sufrir" la fiesta del viaje en el techo de un bus!).

El señor resultó ser el gerente de un pequeño resort muy cerquita del templo. Un sitio precioso, con unas vistas increíbles del Himalaya (cuando está despejado, que no fue nuestro caso), y con mucho encanto. Encima, el hombrecillo fue tan amable que nos invito a un té mientras cogíamos fuerzas para continuar hasta el monasterio con nuestras mochilas.


La verdad es que se merecen que les hagamos un poco de publicidad, porque eran majísimos y el sitio era una pasada. El sitio en concreto es:

Y de ahí ya llegamos por fín al monasterio budista. Era un sitio ESPECTACULAR de bonito! voy a poner unas pocas fotos que representan bastante bien nuestra impresión del lugar:




Como todos estos templos budistas tibetanos, tenían sus "mantras" colgados en las tradicionales banderas de colores al viento. Los cinco colores tradicionales representan las cinco familias de Buddha y los cinco 5 elementos.
  • Azul-espacio,
  • Blanco-agua,
  • Rojo-fuego,
  • Verde-aire y el viento,
  • Amarillo-tierra.




Este monasterio es un centro de estudios, además de un monasterio, donde te encontrabas desde chavalines que acaban de entrar, o budistas exiliados tibetanos (o hijos de exiliados) o budistas de Bután. Eran encantadores, y estaban encantados de sentarse a explicarte todo lo que podían saber, dentro de las posibilidades que les daba su nivel de inglés.

Cenamos/desayunamos con ellos. La comida era bastante llamativa para nosotros, pues el deayuno fueron una sopa con mantequilla de yak, un pan al vapor y alubias.




Tenían unas vistas del valle realmente espectaculares,



Y el templo de oración nos pareció totalmente de cuento!


Desgraciadamente, tocaba seguir nuestro viaje, y nos fuimos de allí haciendo una preciosa ruta de trekking (2,5h) pasando por aldeas Mewar con gente entrañable,


hasta finalmente llegar a la aldea de Panauti, un tesoro cultural totalmente anclado en el pasado (lo cual le da mucho encanto). La verdad es que era tranquilo hasta decir basta. Todo el casco antiguo, encajado en ala confluencia de dos rios, nos parecía que seguía igual que hace 300 años.





De aquí, despues de disfrutar de su precioso (aunque pequeñito) casco antiguo, tiramos para las que antaño fueron las grandes ciudades-Estado: Bakthapur y Patan!

Os seguiremos contando!

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