Y llego el momento de salir de Delhi... y por poco no lo conseguimos! Teniamos billete para el Mandor Express, un tren nocturno que conecta Delhi con Jodhpur. Salimos en tuktuk de nuestro hostal rumbo a la estacion de tren de Old Delhi con una hora de margen, pero Old Delhi nos recibio con un atasco tal que tuvimos que bajarnos del tuktuk y llegar corriendo a la estacion (esquivando vendedores ambulantes, motos, vacas)... cogimos el tren por los pelos! Nos dio pena no haber podido disfrutar con calma del ajetreo de la estacion: era un festival de saris de colores. Hoy cogemos otro tren nocturno y no nos lo perderemos :)
El viaje en tren muy agradable, compartiendo cabina con un matrimonio indio y su bebe.
Llegamos a Jodhpur a primera hora de la manana. El tuktuk que nos llevaba se metio por las todavia calmadas callejuelas del casco antiguo hasta llegar a nuestro alojamiento: Singhvi`s Haveli. Un hombre rajasthani, con su bigotillo y sus pendientes de oro, nos recibio con gran sonrisa. Que lugar tan encantador.
La habitación super chula!
Desayuno (butter naan, rico rico!), mochila y camara al hombro, y a conocer el fuerte de Jodhpur! El camino del hostal al fuerte ya nos fascino: ninos que saludaban alegremente (esto en Delhi no pasaba), casi sin trafico (en esta zona en particular), bonitas puertas de madera... y, de repente, una imponente muralla, la mas alta que hayamos visto. Y una gran puerta. La cuesta empedrada de acceso sin gente, solo nosotros (gracias a que esta puerta no era la principal). En una casita del camino, una mujer tendiendo vistosas telas al sol. Al fondo un gran edificio con almenas. Al acercarnos a la zona del palacio empieza el jaleo: muchisimos visitantes indios, ellas con sus ropas coloridas (en el Rajasthan de colores especialmente vivos, sobre todo fucsias y naranjas), ellos bulliciosos. Algunos musicos con turbantes. Un jeep que se abre paso llevando a dos hombres bigotudos vestidos con elegante ropa blanca, turbante, y reloj de oro. El rollo maraja sigue vivo!!
La arquitectura e historia del fuerte nos impresionaron. Descubrimos lo que son los palanquines: estructuras para transportar a la realeza cual pasos en Semana Santa. Alucinamos al asomarnos por una balconada del palacio y divisar en el horizonte el palacio donde reside actualmente la familia real de Jodhpur. Disfrutamos de breves momentos de frescor en algunos patios y pasillos del palacio. Y tratamos de imaginarnos como seria la vida en aquel impresionante fuerte, con sus elefantes y toda la parafernalia. Cousa doutro mundo.
Para la tarde, un poquito de emocion: recorremos las murallas del fuerte en tirolina! Aqui podemos ver a Nacho saltando los muros exteriores!
Aprovechando esta vista desde las alturas, seguro que hay algo que os ha llamado la atencion: todas las casas son azules! (bueno, al menos todas las de la ciudad antigua). Este rasgo tan caracteristico de la ciudad le da un toque especial a sus destartaladas calles.
Para que os hagais una idea del aspecto general de la ciudad, esta es la vista desde nuestro hostal:
Y esta foto ya es nuestra! Del ultimo dia, tras un buen chaparron del monzon. El primero que caia en Jodhpur esta ano segun nos dijeron. A nosotros nos pillo en una casa de huespedes que llevaba una mujer india encantadora, tratando de escribir una entrada al blog en el ordenador que tenian mientras la mujer cuidaba de un nino que podria ser su nieto. Cuando empezo a llover se fue la luz, frustrando nuestro intento de escribiros, pero trajo una enorme alegria a los habitantes de Jodhpur: tendriais que ver al chavalin, se puso como loco a dar saltos en el patio bajo el chaparron, y acabo tirado en el suelo chapoteando y riendo a carcajadas.
No todo es tranquilidad en Jodhpur, tambien tiene su buena dosis de caos en cuanto te asomas al centro de la ciudad. En torno a la torre del reloj se monta el mercado, con todo lo que puedas necesitar, incluidos los topicos: especias y saris. Eso si, hay que echarle paciencia y humor en el inevitable regateo!
Despues de una tarde de mercado, que mejor que una cena en la tranquilidad que brinda una azotea? Nos dimos el lujo de una cerveza bien fresca por encima de la marana de la ciudad y con vistas del gran fuerte en lo alto.
En definitiva, Jodhpur ha sido una maravillosa introduccion al Rajasthan.
El viaje en tren muy agradable, compartiendo cabina con un matrimonio indio y su bebe.
Llegamos a Jodhpur a primera hora de la manana. El tuktuk que nos llevaba se metio por las todavia calmadas callejuelas del casco antiguo hasta llegar a nuestro alojamiento: Singhvi`s Haveli. Un hombre rajasthani, con su bigotillo y sus pendientes de oro, nos recibio con gran sonrisa. Que lugar tan encantador.
[Esta foto no es nuestra, es de su web]
La habitación super chula!
Desayuno (butter naan, rico rico!), mochila y camara al hombro, y a conocer el fuerte de Jodhpur! El camino del hostal al fuerte ya nos fascino: ninos que saludaban alegremente (esto en Delhi no pasaba), casi sin trafico (en esta zona en particular), bonitas puertas de madera... y, de repente, una imponente muralla, la mas alta que hayamos visto. Y una gran puerta. La cuesta empedrada de acceso sin gente, solo nosotros (gracias a que esta puerta no era la principal). En una casita del camino, una mujer tendiendo vistosas telas al sol. Al fondo un gran edificio con almenas. Al acercarnos a la zona del palacio empieza el jaleo: muchisimos visitantes indios, ellas con sus ropas coloridas (en el Rajasthan de colores especialmente vivos, sobre todo fucsias y naranjas), ellos bulliciosos. Algunos musicos con turbantes. Un jeep que se abre paso llevando a dos hombres bigotudos vestidos con elegante ropa blanca, turbante, y reloj de oro. El rollo maraja sigue vivo!!
La arquitectura e historia del fuerte nos impresionaron. Descubrimos lo que son los palanquines: estructuras para transportar a la realeza cual pasos en Semana Santa. Alucinamos al asomarnos por una balconada del palacio y divisar en el horizonte el palacio donde reside actualmente la familia real de Jodhpur. Disfrutamos de breves momentos de frescor en algunos patios y pasillos del palacio. Y tratamos de imaginarnos como seria la vida en aquel impresionante fuerte, con sus elefantes y toda la parafernalia. Cousa doutro mundo.
Para la tarde, un poquito de emocion: recorremos las murallas del fuerte en tirolina! Aqui podemos ver a Nacho saltando los muros exteriores!
Aprovechando esta vista desde las alturas, seguro que hay algo que os ha llamado la atencion: todas las casas son azules! (bueno, al menos todas las de la ciudad antigua). Este rasgo tan caracteristico de la ciudad le da un toque especial a sus destartaladas calles.
Para que os hagais una idea del aspecto general de la ciudad, esta es la vista desde nuestro hostal:
Y esta foto ya es nuestra! Del ultimo dia, tras un buen chaparron del monzon. El primero que caia en Jodhpur esta ano segun nos dijeron. A nosotros nos pillo en una casa de huespedes que llevaba una mujer india encantadora, tratando de escribir una entrada al blog en el ordenador que tenian mientras la mujer cuidaba de un nino que podria ser su nieto. Cuando empezo a llover se fue la luz, frustrando nuestro intento de escribiros, pero trajo una enorme alegria a los habitantes de Jodhpur: tendriais que ver al chavalin, se puso como loco a dar saltos en el patio bajo el chaparron, y acabo tirado en el suelo chapoteando y riendo a carcajadas.
No todo es tranquilidad en Jodhpur, tambien tiene su buena dosis de caos en cuanto te asomas al centro de la ciudad. En torno a la torre del reloj se monta el mercado, con todo lo que puedas necesitar, incluidos los topicos: especias y saris. Eso si, hay que echarle paciencia y humor en el inevitable regateo!
Despues de una tarde de mercado, que mejor que una cena en la tranquilidad que brinda una azotea? Nos dimos el lujo de una cerveza bien fresca por encima de la marana de la ciudad y con vistas del gran fuerte en lo alto.
En definitiva, Jodhpur ha sido una maravillosa introduccion al Rajasthan.
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